De Mina a Lago

Historia de la mina

La mina de lignito de As Pontes fue descubierta oficialmente en 1790 por José Cornide, a pesar de que era conocida su existencia entre la población local. En 1835 el ingeniero de minas Gillermo Schulz analiza las posibilidades que el yaciemiento podía aportar al país, y a comienzos del siglo XX, se intenta explotar en el camino que une As Pontes con Ribadeume. Sin embargo, el transporte se hacía con animales y había poca demanda, con lo que no fue rentable y se pospuso su explotación hasta los años 40. En esa década, la Empresa Nacional Calvo Sotelo aprueba el Plan de Actuación para la Explotación de Lignitos de la Mina de As Pontes y en 1946 comienza su actividad. En los años 70, la propiedad de la mina de As Pontes pasó a Endesa hasta el cierre final en 2007.

Explotación de la mina por parte de ENCASO

La explotación de la mina comienza en la década de los 40, momento en el que España vivía una época de autarquía franquista, con una gran necesidad de auto abastecimiento de energía en un momento en el que el petróleo escaseaba (crisis del petróleo en los años 40). Por eso, la solución que se adoptó fue potenciar los combustibles alternativos y el carbón nacional. En este contexto ENCASO prepara la explotación en 1946, siendo conscientes de las limitaciones tecnológicas de la época, que hacían más laborioso el proceso de explotación. La mina en aquel año estaba formada por una cota circular en el Campo Oeste, y se obtuvieron 7.707 toneladas de lignito. Cuando la empresa inaugura la Central Térmica de 32 MW en 1949 optan por tener un tren para transportar el carbón hasta la central y el material estéril a la escombrera, y no es hasta 1955 cuando entra en funcionamiento la primera rotopala, una de las primeras empleadas en España.

Explotación de la mina por parte de ENDESA

En los años 70 la situación económica, política y social del país cambia totalmente con respecto a los años 40. El Instituto Nacional de Industria (INI) reestructura ENCASO, y por aprobación del Consejo de Ministros en 1972 se integra a ENDESA en la explotación de As Pontes. Es en ese momento en el que ENDESA se convierte en una industria minera.

Según ENDESA, en As Pontes quisieron hacer una explotación modélica, y la mina fue su mayor proyecto de ingeniería acometido. Así, la mina de As Pontes, con 15 km² de superficie, ha sido la más grande del territorio español a cielo abierto. Abasteció a la central térmica con 260 millones de toneladas de lignito para producir más de 190.000 GWh de energía eléctrica. Sin embargo, el alto contenido en azufre del lignito pontés obligó a mezclar el carbón importado hasta que los nuevos estándares medioambientales supusieron el cierre de la mina, ya que el combustible local los sobrepasaba.

El método de extracción empleado fue el llamado método alemán, un sistema continuo de explotación. El material era extraído por rotopalas (excavadoras de rodete o rueda) que lo depositaban en unas cintas. Éstas transportaban el material al nudo de transferencia, lugar en el que se distribuía el lignito a la central y el material estéril a la escombrera, depositado por apiladoras.

Desde su cierre en 2007, se ha llevado a cabo un proceso de rehabilitación, optando por el llenado con agua del hueco minero, generando así uno de los lagos artificiales más grandes de Europa.

La Escombrera

La escombrera exterior de la mina de As Pontes, con una extensión de 12 kilómetros cuadrados, es el mayor depósito artificial de tierras y la mayor área restaurada de la minería en España.

Durante la explotación de la mina (mediados de los 70 hasta finales del 2007), Endesa tuvo que construir un depósito para el material estéril, en el que se depositaron casi 700 millones de metros cúbicos durante su actividad en la mina.

A partir de 1985 surge la preocupación por una rehabilitación integrada del área y fue a partir de entonces cuando se comenzaron a realizar hasta 6.000 análisis físico-químicos de tierra y agua, con el fin de lograr una rehabilitación en la que estuvieran presentes aspectos tales como movimientos de tierra, infraestructuras, implantación de vegetación… El objetivo de la restauración, finalizada en el 2006, era dar una solución económica, social y medioambiental al cierre de la mina y crear así un ecosistema.

A día de hoy, la escombrera es un ecosistema en permanente transformación, donde coexisten zonas de pastizales, de arboledas, de matorrales y humedales. Se encuentra dividida en dos zonas diferenciadas: la zona este, más cercana a la mina y la oeste, de mayor extensión, que alcanza hasta 160 metros de altura.

La escombrera exterior se ha convertido en un hábitat de gran valor ambiental, con más de 180 especies distintas de animales, fruto de una colonización espontánea y 600.000 árboles, que actualmente conforma una parte definitoria del paisaje de As Pontes y se integra en el entorno natural tradicional de los montes gallegos.

El Lago

La solución adoptada para la rehabilitación del hueco minero, producido tras la explotación de la mina durante casi 70 años en As Pontes, ha sido la formación de un lago y dos islas en su superficie. Esta solución era la más viable para rehabilitar la zona afectada por la explotación minera, ya que debido a la gran profundidad del hueco, su situación y la elevada pluviosidad de la zona, tarde o temprano, se produciría la inundación. Se reunían todas las características geográficas y geológicas para su creación. La baja permeabilidad de los materiales de la explotación impedía la infiltración del agua a otros acuíferos y la proximidad del río Eume permitió realizar el llenado de la manera más efectiva.

El proceso de inundación se inició en enero de 2008 y finalizó en abril de 2012. La calidad del agua dependía de varios factores, como el tiempo de llenado y las reacciones químicas. Dado que el principal problema era la posible acidificación de las aguas, para evitarlo, se tomaron múltiples medidas, entre otras, cubrir el fondo con una capa de arcilla de unos 70 centímetros que evitó que el agua entrara en contacto con el carbón.

En este momento, el Lago, recibe continuamente las aportaciones de los ríos Illade, Meidelo y Maciñeira, las procedentes de los arroyos Uz y Chao, las aguas de escorrentía de la escombrera exterior y las precipitaciones que caen sobre el mismo. Cuenta con dos islas ideadas para facilitar la implantación de la flora y la fauna en el entorno y dispone también de una playa en la zona más próxima al pueblo, con una anchura de 38 metros y una longitud de 430 metros.

Hoy en día, el lago, propiedad de Endesa, sigue siendo considerado oficialmente como un espacio minero y es uno de los iconos de la localidad, permite la realización de múltiples actividades que dotan a As Pontes de una carismática personalidad, a caballo entre la naturaleza y la industria.

Fotos extraídas de: Aréchaga, F., Ferrero, T., Gil, A., Menéndez, J., Valle, R (2001): Riqueza restaurada. Historia de la mina de As Pontes. Endesa